El Santuario es un lugar de encuentro con María y con Jesús, donde nos sentimos acogidos tal como somos. Es un lugar donde descansar, donde entregar nuestros esfuerzos, alegrías, proyectos y preocupaciones.
En el Santuario queremos dejarnos transformar y ponernos a disposición de María y Jesús para descubrir qué, cómo y dónde nos quiere Dios en cada momento. Desde aquí queremos ser pequeños instrumentos en sus manos…
En el Valle de Schönstatt, en Alemania, está la antigua capilla del siglo XIII que da lugar al Movimiento: el Santuario original. Aquí el padre Kentenich propone a los jóvenes a los que dirige espiritualmente sellar una Alianza de Amor con la Virgen el 18 de octubre de 1914 “Quisiera convertir este lugar de peregrinación en un lugar de gracias, para nuestra casa y para toda la provincia alemana, y quizás más allá”.
A partir de 1943, estando el P. Kentenich en el Campo de Concentración de Dachau, empiezan a extenderse réplicas idénticas del Santuario original: los Santuarios filiales, hoy alrededor de 200 en todo el mundo y en los que se reciben las mismas gracias de cobijamiento, transformación y envío apostólico.
En 1948 el P. Kentenich escribe: “Lleven ustedes consigo el cuadro de la Madre de Dios y denle un sitio de honor en sus hogares. De esta manera, los convertirán en pequeños santuarios donde la imagen de la Madre de Dios se manifestará derramando sus gracias, creando un santo terruño familiar y santificando a los miembros de las familias”.
Es el origen del Santuario Hogar, aunque el primero no es bendecido hasta 1963 en Milwaukee, Estados Unidos, a petición de algunos matrimonios que, desbordados en la educación de sus hijos, no encuentran tanto tiempo para acudir al Santuario.
San Pablo nos dice: «¿no sabéis que sois Santuario de Dios y que el espíritu de Dios habita en vosotros?«. También podemos consagrarnos nosotros mismos como Santuarios Vivos. Ser Santuario corazón significa pedirle a María que entre y se instale en mi corazón y desde allí dejarle actual. Es llevar las gracias del Santuario conmigo allá donde vaya.