“Los caminos de Dios no son nuestro caminos”…. Isaías 55:8-9
Desde el año 2015, nuestro Santuario Hogar “Caná”, ha sido testigo de miles de historias. Hoy compartimos un testimonio con el que el Señor y la Mater no dejan de sorprendernos. ¿Qué une nuestro santuario “Caná” con Costa Rica y México?
La historia de Anelena y José Alejandro.
Como cada día, al correo Naprotec o directamente por whatsApp +34 659 68 23 27, contactan personas a nuestros “Servicios Centrales” (Nuestro Santuario Hogar). Ese día la petición era algo diferente, para empezar, era el 18 de julio, tomen nota, y para nosotros fue una petición muy especial.
De entrada, no se trataba de un matrimonio sin hijos, ni siquiera se trataba de un problema de salud femenina. Nos llamaba un matrimonio que quería ser santo y después de hacer un camino profundizando en la Humanae Vitae buscaban ayuda.
Nuestra vocación matrimonial está marcada por la Humanae Vitae que dice en el nº 26:
Apostolado entre los hogares
Entre los frutos logrados con un generoso esfuerzo de fidelidad a la ley divina, uno de los más preciosos es que los cónyuges no rara vez sienten el deseo de comunicar a los demás su experiencia. Una nueva e importantísima forma de apostolado entre semejantes se inserta de este modo en el amplio cuadro de la vocación de los laicos: los mismos esposos se convierten en guía de otros esposos. Esta es, sin duda, entre las numerosas formas de apostolado, una de las que hoy aparecen más oportunas.
Es pues una misión que busca acercar a otras personas a Dios. Lo que nos pedía este matrimonio era: revertir una ligadura de trompas pues, por más que habían pedido perdón a Dios en la confesión, ellos se sentían llamados a algo más.
Querían santificar su acto conyugal, querían respetar el significado profundo, unitivo y procreativo que implica estar siempre abierto a la vida, “sin barreras”. De alguna manera todos estamos inmersos en este mundo donde nos van desfigurando la hermosura del amor humano y la vivencia de la sexualidad. La propuesta que les hicieron fue: “tres hijos son muchos, lo normal es la ligadura de trompas”…viniendo de un doctor y con una fe algo adormecida lo normal es aceptar, es lo que hace todo el mundo.
Jordina y yo nos pusimos en contacto con los compañeros de Napro en Costa Rica y al confirmar que no sería posible la operación por la falta de cirujanos Napro y que no encontrarían a nadie en Costa Rica, derivamos al matrimonio a Clínica Napro de México. El Dr. Miguel Ángel Domínguez y su equipo, los acogieron y facilitaron el camino. El 18 de julio de 2019 fue la primera llamada con Anelena y José Alejandro y para el 21 de diciembre de ese mismo año, ya se estaban operando en México.
Esta hermosa historia tiene algo más de “Schonstatiano” pues, no solo contactaron un día 18, ellos se acercaron a la Iglesia por medio de Schoenstatt y es donde profundizaron en la Humanae Vitae. Dios se manifestó por medio de María en la comunión de Santuarios, nuestro Santuario “Caná” y el de ellos “Cor unum in Patre”, donde le piden tantas veces la gracia de la confianza filial. Dios pasó un buen rato viendo cómo Anelena y José Alejandro se llevaron la sorpresa de encontrar a la Mater al otro lado del charco. Su historia está ayudando a la juventud de Costa Rica a afrontar con santidad la preparación al matrimonio.
Familia Carrión Fabrés